En el camino a la Libertad

Archivo para la Categoría "La Buena Suerte"

La Buena Suerte (parte II)

No se pueden elegir las circunstancias en las que uno nace, pero sí se pueden cambiar y crear otras nuevas y sí se puede elegir con qué actitud afrontar esas circunstancias. Generalmente casi todo lo que recibimos es en proporción a lo que entregamos, de modo que si entregamos amabilidad, colaboración y amor, lo lógico es que recibamos lo mismo. Esto también aparece en el libro, la actitud de Sid es siempre amable y colaboradora y la de Nott es exigente y desinteresada.

A veces, aunque nuestra actitud sea la adecuada y creemos las circunstancias apropiadas, parece que seguimos estancados y que no sirve para nada lo que hacemos. Esto es otra forma más de vivir la experiencia de la vida. A veces es cuestión de pequeños detalles tan evidentes que pasan desapercibidos, pero muy imprescindibles. Al final todo se resume al trabajo, la observación y la actitud. En el cuento vemos cómo Sid está en lo más alto del monte, con todo hecho, buscando una respuesta en soledad y una piedra le habla. En la vida real no hablan las piedras, porque todas las respuestas están en nuestro interior.

Muchas veces estamos tan obsesionados con la solución del problema que nos bloqueamos ante lo más evidente. Siempre es un buen ejercicio parar y guardar silencio, es la única manera de escucharse a uno mismo. El conocimiento de uno mismo, genera confianza en uno mismo y ayuda a encontrarse bien con uno mismo y satisfecho con los logros que va obteniendo en la vida. También contribuye a tener una actitud positiva y a seguir luchando por alcanzar las metas fijadas y a crear nuevas metas.

La Buena Suerte

 

La moraleja de esta fábula es “Crear Buena Suerte consiste en crear circunstancias”.  En mi opiniónla BuenaSuerteque aquí se refleja consiste en la vida que uno pueda llevar. Tener Buena Suerte es hacer las cosas bien, para que te pasen cosas buenas. Lógicamente si no se hace nada es muy difícil que te salga nada o si haces las cosas mal, es muy difícil que te salgan las cosas bien. La vida no es cuestión de suerte ni de casualidades, son los individuos quienes crean las circunstancias de sus vidas. Este aspecto también se destaca durante todo el relato.

Todas las personas nacemos en igualdad de oportunidades, aunque en distintas circunstancias. Todos somos libres de soñar con alcanzar unos objetivos, pero hay muy pocas personas que realmente estén dispuestas a hacer sus sueños realidad. A menudo se cree que algunas personas tienen más facilidades de alcanzar sus objetivos por haber nacido en determinadas circunstancias, otras deben cambiar sus circunstancias para alcanzar sus sueños. No obstante, ambos  están en igualdad de oportunidades, ya que lo importante no es lo largo o duro que sea camino sino alcanzar la meta. En este sentido se puede decir que todo depende de uno mismo.

 Culpar a otros de nuestros fracasos demuestra miedo al cambio. Tememos lo que no conocemos, por eso muchas personas prefieren quedarse como están y no crear nuevas circunstancias. Se quedan, como Nott, esperando a que algo les suceda y lo único que les sucede es la vida, lo único que pasa es tiempo. La vida es algo que nos sucede, todo a nuestro alrededor está en constante cambio, independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer. 

Por esto mismo, somos los únicos responsables de lo que nos sucede en la vida, todo depende de uno mismo. Ciertamente, el libro habla de crear circunstancias, de no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, de tener una actitud positiva… Es una buena forma de vivir la vida, también podemos elegir no hacerlo, el tiempo no se va a detener. Quizá no se pueda elegir las circunstancias, algunas las crearemos y otras no, pero lo que sí se puede elegir es cómo vivir esos momentos únicos e irrepetibles. Esto también depende sólo de la persona.